Hace unos días mi abuela me dió unos retales viejos que tenía, y yo tuve la idea de hacer corazones con ellos.
Es muy fácil: simplemente tienes que dibujar un corazón en un papel, recortarlo, y usarlo como plantilla en la tela. En el retal, por la parte de detrás, lo dibujamos dos veces y lo recortamos dejando un margen fuera de la línia para luego poder coserlo bien. Aquí dejo una foto de cómo hay que cortarlo:
Luego unimos las dos partes (la cara que queda unida es la de delante) y cosemos una cinta de raso de 15cm de esta manera, para que luego podamos colgar el corazón:
Hacemos un pespunte por la línia que dibujamos anteriormente. Hay que dejar un trozo de unos 3cm (depende del tamaño del corazón) sin coser para luego poder darle la vuelta.
Le damos la vuelta.
Luego pasamos a rellenarlo. Yo lo hago con el relleno de una almohada vieja, pero se puede hacer con relleno de fibra de poliéster o con algodón, pero queda mejor con fibra. Antes de introducir el relleno por el hueco que hemos dejado, se puede impregnar con esencia y así el corazón será perfumado y actuará también como ambientador en la habitación. Puedes hacer la esencia tú misma poniendo flores secas en alcohol unas semanas en un bote de cristal, pero luego no hay que poner mucha, sólo unas gotitas, para que no huela demasiado.
Cuando ya tenga la forma deseada, rematamos el corazón con cuidado de que no se vea la puntada. Y ya está terminado!
Si haces plantillas iguales pero más pequeñas, puedes combinar varias telas y obtener resultados como éste:
Para mi habitación, yo decidí hacer una guirnalda para poner sobre la cortina. Compré una cinta en la mercería y colgué diez corazones de telas diferentes con pinzas de madera para la ropa que pinté de color blanco y les puse estampados en colores pastel. Me quedó así:
Son muy fáciles y rápidos de hacer y los puedes regalar a amigos, familiares...
Por ejemplo, cuando hagas una comida en tu casa, puedes poner un corazón en cada sitio para los invitados y quedar como muy buena anfitriona :).